miércoles, 29 de julio de 2009

¡Basta de hambre kirchnerista!

La política kirchnerista de descargar la crisis sobre los trabajadores y el pueblo provoca la falta de changas, despidos, cierres de fábricas y comercios, jubilaciones recortadas por la moratoria, crisis agraria, provincias en rojo. Es un polvorín de bronca obrera y popular.

Extractos de la Hora Política del Semanario Hoy


No es que el gobierno sea ciego, sino que tiene
una política que beneficia a algunos sectores, el llamado “capitalismo de amigos”, golpeando a otros. Al ser un gobierno de burguesía intermediaria del imperialismo, está atado de pies y manos a esos sectores que lo auparon y lo sostienen en el poder.
Los monopolios petroleros y gasíferos ganaron $ 12.061 millones durante el 2007 y el 2008, y los K los beneficiaron con el aumento del precio de gas en boca de pozo de 1,20 dólares a 2, y pronto irá a 2,40. Los “nuevos” pozos irán a “gas plus” a 2,40. Con el tarifazo en la energía, el gobierno les ha garantizado a esos monopolios un fondo de $ 2.300 millones para operar el gas que traen en barcos a 8 dólares. Lo traen de afuera porque esos monopolios no cumplieron con las inversiones de exploración. Y el kirchnerismo les garantizó, en el 2003, el cierre de la Comisión de revisión de los contratos, bloqueó el funcionamiento, todo el 2008 y el 2009 de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados que preside la kirchnerista Rosana Bertone, y les extendió la explotación de los pozos hasta agotarlos. En este proceso los Kirchner se quedaron con el 15% de YPF, y sus testaferros como Rudy Ulloa, Lázaro Báez y Cristóbal López se transformaron en grandes petroleros.

¿Quién engorda en el campo?
En el campo, los Kirchner y sus “amigos” han comprado gigantescas extensiones de tierra aprovechando la crisis (una parte a través de negociados con Credicoop). No investigaron la presentación anticipada de formularios de exportación de las cerealeras por cientos de millones de dólares ¿será porque estaban “prendidos”? La crisis en el trigo va unida a los subsidios a un puñado de grandes molinos. La crisis de la ganadería va unida a la subvención de los feed lot (cría del ganado a corral) de sus “amigos”, y la entrega de la cuota Hilton (cortes caros para Europa) a 4 grupos de frigoríficos “amigos”. La crisis de la lechería va unida a presión sobre La Serenísima para que Mastellone venda la empresa a Eskenazi, socio de los K.
El fundamento ideológico de esta política lo confesó Cristina K a los dirigentes agrarios: “no van más las chacritas” de los pequeños y medianos productores, dijo. Su política es la de la producción “a la escala” de los grandes pooles y los grandes terratenientes, los monopolios cerealeros y aceiteros, los grandes feed lot, frigoríficos, molinos y usinas lácteas, y los monopolios de la comercialización (cadenas de supermercados). Estos monopolios imponen los precios a la producción campesina, compran barato y venden caro provocando el hambre popular.

El tembladeral de los de arriba
El temor a los estallidos de bronca obreros, campesinos y populares atemoriza a los de arriba. Esto es lo que los lleva a buscar una transición, desde este gobierno derrotado hacia uno nuevo, que cierre la crisis de hegemonía que, con avances y retrocesos, se mantiene desde el 2001.
Al mismo tiempo, la crisis encoge la frazada en la que se cobijan los grupos del poder, lo que agudiza los enfrentamientos y fracturas de los de arriba. Se fue Peirano, un integrante del gabinete económico cercano al grupo Techint. El gobierno hizo trascender que Cablevisión no podrá ingresar al negocio telefónico, bloqueándole el “triple play” (TV por cable, Internet y teléfono) por el que puja Clarín, dueño de CV. La Exposición Rural le facilitó a Biolcati, presidente de la Sociedad Rural, tener prensa para su programa en la disputa abierta en la lucha agraria. La Asociación de Empresarios Argentinos (AEA) planteó la línea de los monopolios de la burguesía intermediaria.
El kirchnerismo –y los grupos que representa– tratan de ganar tiempo y recuperar oxígeno con el “diálogo” para llegar al 2011 y “pesar” a la hora de decidir su sucesión.
Los grupos de poder rivales al kirchnerismo buscan un acuerdo para “marcarle la cancha” desde el Congreso: el 24 de agosto finaliza la delegación al gobierno de los poderes que utilizó para imponer las retenciones y manejar el presupuesto; y finaliza el impuesto al cheque; está pendiente la ley de coparticipación (con las provincias con sus presupuestos en rojo), etc.
Hasta ahora, el candidato kirchnerista era Scioli. Aún es pronto para evaluar las jugadas del gobernador bonaerense: entrevista con la Mesa de Enlace agraria, entrega del Ministerio de Desarrollo Social al intendente de Avellaneda “Cacho” Alvarez, y entrevistas con Duhalde. ¿Es parte del juego de Kirchner para ganar tiempo, o Scioli se está abriendo? Scioli está cómo Túpac Amaru: por un lado depende de los fondos que le dé Cristina Kirchner, y por el otro quedará en minoría en la Legislatura en diciembre.
Los gestos de Scioli ocurrieron en la misma semana en que la ofensiva de “los gordos” y los “independientes” contra Moyano creó una situación muy difícil para el gobierno. Finalmente, el elemento unificador de la cúpula cegetista fue “el vil metal” (es decir, los $ 1.000 millones de la caja de prestaciones complejas de las obras sociales), según dijo Ricardo Kirchbaum en TN.

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