200 años de la

Revolución del 16 de julio

"Compatriotas, yo muero, pero la tea* que dejo encendida nadie la podrá apagar, ¡viva la libertad!" Pedro Domingo Murillo precursor de la independencia de Bolivia

Hoy, 16 de julio, La Paz celebra 200 años de la gesta libertaria de 1809. Los paceños están de fiesta. ¿Pero tú sabes por qué es tan importante este acontecimiento? Lo es porque a partir de él —y de lo ocurrido el 25 de mayo en Charcas, ahora Sucre— sucedieron una serie de levantamientos en todo el continente que terminaron con el poder de la Corona española. Bolivia luchó casi 16 años hasta que alcanzó su independencia en 1825. Los hechos de La Paz ocurrieron así:

Los rebeldes paceños, inicialmente, declararon como finalidad defender los derechos de Fernando VII (rey destronado en España) contra aquellos que buscaban entregar Charcas a Carlota Joaquina (prima de Fernando VII). Los historiadores sostienen que la mayoría de los sublevados eran propietarios de haciendas; otros eran doctores graduados en Charcas (Universidad Pontificia de San Francisco Xavier), entre ellos Mariano Michel, Juan Basilio Catacora, Juan Bautista Sagárnaga y Gregorio García Lanza.

A ellos se sumaron el cura de Sica Sica José Antonio Medina y los españoles Pedro Antonio de Indaburo, Saturnino Castro y Sebastián de Figueroa. Todos ellos reconocieron como líder a Pedro Domingo Murillo.

El 16 de julio de 1809, los revolucionarios aprovecharon la procesión de la Virgen del Carmen para llevar a cabo sus planes. Después de la peregrinación, un grupo de ellos tomó por asalto el cuartel de La Paz, al grito de: “¡Viva Fernando VII y ¡mueran los traidores!”. Así se detuvo al intendente Tadeo Dávila y se obligó a sesionar al Cabildo. La multitud ratificó como representantes a Gregorio García Lanza, Juan Basilio Catacora y Buenaventura Bueno. Pedro Domingo Murillo fue nombrado comandante de Armas.

El 24 de julio se conformó la Junta Tuitiva, que empezó a trabajar junto al Cabildo, que ejercía funciones de gobierno. Murillo la presidió.

El 30 de septiembre se disolvió la Junta Tuitiva y Murillo quedó al mando de la revolución. En octubre llegó a un acuerdo con los realistas para reponer a las autoridades y entregar las armas, por esto fue apresado por Indaburo, quien lo creía traidor a la causa. Indaburo, a su vez, murió a manos de Castro. Éste se llevó a Murillo a los Yungas, donde pensaba resistir al ejército realista. Murillo huyó a Zongo, donde fue traicionado y entregado a los españoles.

El 25 de octubre, Goyeneche inició en La Paz un juicio a los rebeldes, quienes fueron condenados a muerte.

El 29 de enero de 1810 se cumplió la sentencia para los patriotas, conocidos como los “protomártires de la revolución”. El primero en morir en la horca fue Pedro Domingo Murillo.

* TEA. (Del lat. taeda.) f. Astilla o raja de madera muy impregnada en resina y que, encendida, alumbra como una antorcha.